En el corazón de cada ser humano está inscrita una necesidad profunda de buscar. Somos buscadores por naturaleza: buscamos sentido, propósito, amor, felicidad, y, aunque a veces no lo comprendamos plenamente, estamos buscando a Dios. El anhelo humano de búsqueda Nos levantamos cada día con preguntas que nos inquietan: ¿Por qué estoy aquí? ¿Hacia dónde
Entre los católicos -escribe el J. Pagola – se defiende casi instintivamente el valor de la familia, pero no siempre nos detenemos a reflexionar el contenido concreto de un proyecto familiar, entendido y vivido desde el Evangelio. ¿Cómo sería una familia inspirada en Jesús? Esta es una pregunta oportuna para todos los seguidores de Jesús.
Vivimos en un mundo bombardeado por información negativa: hambre, guerras, abusos, indiferencia. Ante esta avalancha de realidades dolorosas, surge una pregunta: “¿Qué podemos hacer?” Esta pregunta no es nueva. Hace más de dos mil años, hombres y mujeres acudieron a Juan el Bautista con esa misma inquietud. La respuesta del profeta sigue siendo tan actual
Hoy celebramos la fiesta de la Inmaculada, un día especial para honrar a María, nuestra Madre, quien se define como «la esclava del Señor». María es conocida por su relación única con Dios, una relación total y pura que la hace «llena de gracia». En esta solemnidad, reflexionemos sobre los nombres que llevamos. Todos tenemos
Miremos la vida de frenteEn este Primer Domingo de Adviento, Jesús nos invita a levantar la cabeza. No podemos vivir agachados, como si fuéramos víctimas sin esperanza. Él nos llama a mirar la vida tal como es, con sus luces y sombras. Muchos prefieren cerrar los ojos ante las injusticias: la violencia, la corrupción, la
Hoy, al acercarnos al final del año litúrgico, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el fin de los tiempos, un tema que puede parecernos desconcertante, pero que es fundamental para nuestra fe cristiana.¿Vivimos con esperanza?Jesús nos habla en el Evangelio de acontecimientos que suenan apocalípticos. Sin embargo, en medio de estas imágenes, nos da
Leemos en el Evangelio que Jesús mira a las personas con amor. Su mirada no es curiosa ni crítica. Él quiere ver los actos maravillosos de cada persona y observar la belleza de una anciana que ofrece una limosna. Jesús denuncia las actitudes de los escribas: personas que buscan prestigio, reconocimiento y poder. Les advierte
La pregunta que el escriba hace a Jesús es típica de su tiempo. Los rabinos habían identificado 613 mandamientos y pasaban horas discutiendo su importancia: ¿Todos los mandamientos tenían el mismo valor? ¿Cuál era el más importante? Amar a Dios y amar al prójimo. No es extraño, entonces, que el escriba se acerque a preguntar: