Este año se ha declarado el Año Jubilar de la Esperanza, por lo que es una buena oportunidad para aplicar esta virtud en el ámbito de la institución familiar. Tener esperanza en la familia significa creer con firmeza que, a pesar de sus imperfecciones, es el bien más grande que podemos encontrar: ese rincón del mundo donde somos queridos por quienes realmente somos.
Esperanza en que los matrimonios puedan resistir los embates de la vida, acompañándose mutuamente en cada tramo del camino con amor, paciencia y comprensión.
Esperanza en que cada nueva vida que Dios nos concede sea recibida como un gran regalo, una muestra de Su infinita confianza en nosotros.
Esperanza en que las enfermedades que puedan surgir en algún miembro de la familia nos ayuden a crecer.
¿Cómo afectó al desarrollo psicológico de Juan la pérdida de su padre durante la niñez? La ausencia de un padre en la infancia y adolescencia se considera un serio obstáculo en el desarrollo psicológico de un niño. En el caso de Juan, esta pérdida se vio agravada por la difícil situación en la que quedó su familia, liderada por Margarita.
La madre tuvo que dedicarse a largas jornadas de trabajo en el campo, lejos de casa, para asegurar el sustento de una familia que incluía, además, a su suegra enferma. Durante dos años, enfrentó la sequía y la hambruna, y luego siguieron días marcados por la pobreza y múltiples dificultades, sin mencionar otros problemas y presiones. Mientras tanto, la abuela Margarita Zucca se encargaba de vigilar a los niños.
Se esperan hasta 35 millones de visitantes en Roma en 2025. Muchos de ellos serán peregrinos que asistirán al próximo Jubileo, un Año Santo que la Iglesia celebra cada cuarto de siglo. A continuación, algunas maneras de celebrarlo:
1. Participar en el sacramento de la Reconciliación.
2. Leer el documento jubilar.
3. Hacer una peregrinación.
4. Visitar tu catedral.
5. Rezar la oración del Jubileo.
6. Realizar obras de misericordia.
7. Revisar los recursos disponibles.
8. Practicar la esperanza.
En Spes Non Confundit, el Papa Francisco subraya que la esperanza ofrecida por el Jubileo está dirigida a la Iglesia universal. “En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana”, escribió.
Los Reyes Magos La historia que nos contaban desde cuando éramos niños sigue siendo tan actual como tan bello, es la historia de los Reyes Magos. Con el paso de los años los Reyes Magos formaron a ser parte de nuestras historias, de nuestros barrios y ciudades. La celebración de la Epifanía del Señor Jesucristo
Elizaveta es una joven de 22 años que se acaba de bautizar en Brovarí, una ciudad de cien mil habitantes en el centro norte de Ucrania, tan tan lejos de la frontera este como de la oeste. La geografía es importante: el oeste de Ucrania es más rural y mucho más religioso, y cuenta con una importante minoría católica.
"Mi hermano mayor fue bautizado cuando era niño, pero mis padres decidieron no bautizarme a mí, para que yo pudiera tomar esta decisión conscientemente por mi cuenta. Durante mucho tiempo, el tema no me inquietó” Entre mis nuevos amigos había gente de diferentes regiones de Ucrania", detalla. "Sentí que me faltaba algo: una conexión espiritual con Dios". paso de los años la sensación de estar incompleta empezó a crecer".
Educar el corazón de los hijos es tocar lo más profundo de su ser, pues es ahí donde se da la capacidad de amar y de recibir amor. No es una empresa fácil de acometer, pero sí una tarea sencilla de expresar en una idea: se trata de que los padres ayuden a sus hijos para que brote de su corazón el gusto por hacer el bien.
Para educar el corazón es necesario ayudar a los hijos en el desarrollo de virtudes, porque los actos de virtud son los actos con los que mostramos el amor. Y para esto se han de -aprovechar los momentos de la vida diaria, especialmente en las expresiones cotidianas del amor conyugal.
Dime, ¿has visto alguna vez un pájaro que haga un nido para dejarlo vacío o para instalar en él únicamente un polluelo débil y enclenque? ¡No! Solamente el ser humano ha inventado este contrasentido: la familia sin hijos.
El mundo actual, egoísta, ha trastocado el antiguo modo de sentir. Nuestro mundo moderno no quiere oír hablar de otra cosa que no sean comodidades y placeres; jamás de sacrificios. Para el mundo moderno, el niño no es una «bendición de Dios», sino una «plaga de Dios», una carga de la cual hay que librarse con todos los métodos posibles para que no estorbe los placeres de dos personas adultas.
Por este motivo, la mayoría de los esposos aceptan únicamente un hijo de las manos de Dios. ¡Solamente uno! ¡Como mucho, dos! ¡Pero por nada del mundo quieren más!
“Tú también eres adicta al móvil”, le espetó una adolescente a su madre cuando esta le reprochaba su conexión constante a los nuevos dispositivos. Se suele pensar que la adicción a estos aparatos es un problema que afecta solo a los jóvenes, pero, en realidad, extiende sus redes también a los padres e incluso a los abuelos.
Se admite que muchos duermen con el teléfono encendido en su habitación y que un 75% de los adultos utiliza el teléfono en medio de una conversación. Esos vistazos distraídos al WhatsApp o a las redes sociales pueden ser el indicio de un problema, no solo entre los jóvenes, sino que atrapa cada vez a más adultos de todas las edades. ¿Qué hacer cuando la vejez nos revela esta adicción?
Han trascurrido más de cinco años desde el 15 de abril de 2019 cuando el incendio de Notre Dame hizo enmudecer sus campanas. Todavía recordamos las impactantes imágenes de las torres en llamas, Viendo aquellas imágenes en nuestras pantallas, ¿quién no sintió sincera y espontáneamente dolor y desazón, como si el fuego estuviese destrozando algo íntimo y cercano?
Las campanas de Notre Dame volverán a despertar con sus sonidos, en el corazón de los creyentes, una llamada para elevarlo hacia el Cielo; y en los que no lo sean, quizá un reclamo amable, como una oferta de lo alto, para que se interroguen, tal vez, sobre el porqué de aquellos sonidos, muy distintos de tantos ruidos estruendosos como hoy nos envuelven.
La beata María Troncatti (1883-1969), enfermera misionera de las Hijas de María Auxiliadora, será proclamada santa debido a un milagro asombroso en el que la Iglesia ha constatado su intervención, y el Papa lo ha confirmado con su firma el 25 de noviembre de 2024.
Juwa Bosco trabajaba la madera con una esmeriladora de piedra. La máquina se rompió y un gran pedazo de piedra de la máquina amoladora golpeó la cabeza. Rompió el cráneo, la masa encefálica quedó a la vista, y afectó una cuarta parte del cerebro. Alguno refería que había que dejarlo morir. En su sueño, dijo, la religiosa, vestida de blanco, le aseguró que se recuperaría. De hecho, ella le prometió que a la mañana siguiente hablaría y caminaría.