En el corazón de cada ser humano está inscrita una necesidad profunda de buscar. Somos buscadores por naturaleza: buscamos sentido, propósito, amor, felicidad, y, aunque a veces no lo comprendamos plenamente, estamos buscando a Dios. El anhelo humano de búsqueda Nos levantamos cada día con preguntas que nos inquietan: ¿Por qué estoy aquí? ¿Hacia dónde