Es el lema escogido para celebrar hoy la VI edición del “Domingo de la Palabra de Dios” como parte integrante del Jubileo 2025. Este domingo tiene por objeto contribuir a despertar la conciencia de la importancia de la Sagrada Escritura para la vida de los creyentes, especialmente en la liturgia, a través de la cual Dios habla a su pueblo y Cristo mismo proclama su Evangelio. El lema 2025, está tomado del libro de los Salmos: (Sal 119,74).