Redactado por: Aleteia
La Santa Sede anunció que esta semana se publicará la cuarta encíclica del Papa Francisco
El jueves 24 de octubre de 2024, la Santa Sede anunció la publicación de la cuarta encíclica del Papa Francisco, sobre el tema «el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo». Titulada Dilexit nos (‘Él nos ha amado’), se trata de la cuarta encíclica del Papa Francisco.
Este nuevo texto del Papa Francisco será presentado en rueda de prensa por Monseñor Bruno Forte, teólogo y arzobispo de Chieti-Vasto, y sor Antonella Fraccaro, líder general de las Discípulas del Evangelio, comunidad que pertenece al linaje de San Carlos de Foucauld.
Durante la audiencia general del 5 de junio, pocos días antes de la fiesta del Sagrado Corazón – celebrada este año el 7 de junio- el Papa Francisco anunció la publicación de un texto magistral sobre esta forma tradicional de devoción, que ha marcó al catolicismo durante más de tres siglos.
“Estoy feliz de preparar un documento que recoge las preciosas reflexiones de textos magistrales anteriores y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para proponer una vez más a toda la Iglesia este culto cargado de belleza espiritual”, explicó entonces.
Una «carta circular»
Desde Benedicto XIV (1740-1758), los pontífices han publicado multitud de textos didácticos sobre temas teológicos, eclesiales o sociopolíticos bajo la forma específica de encíclica. Del griego enkuklios, que significa «circular», y del latín litterae encyclicae, la encíclica era originalmente una «carta circular» del Papa a los obispos de todo el mundo, o a algunos de ellos, dirigida también a través de ellos al clero y a los fieles, y a veces incluso a los «hombres de buena voluntad».
Este tipo de texto ofrece al Papa un gran margen de maniobra para abordar temas muy variados. El valor de una encíclica prevalece sobre el de una exhortación apostólica, una carta apostólica o un mensaje papal.
Una encíclica no promulga nuevos dogmas
El título de las encíclicas se toma siempre del incipit, normalmente las dos o tres primeras palabras del texto. La encíclica Laudato si’, publicada en 2015 por el Papa Francisco, por ejemplo, comienza con «Laudato si’, mi Signore» («Alabado seas, mi Señor» en italiano).
La versión oficial de una encíclica es en latín. Sin embargo, a veces se dirige a una sola nación y se escribe en la lengua de esa nación. Este fue el caso de Mit brennender Sorge («Con ardiente preocupación», en alemán), una encíclica del Papa Pío XI publicada en 1937 y dirigida a la Iglesia en Alemania. Escrita en la lengua de Goethe en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, es una crítica a la ideología nazi.
Estos textos papales tienen valor didáctico y a veces contienen advertencias, más raramente condenas. Pero una encíclica no promulga nuevos dogmas. Propone una lectura de la doctrina, así como remedios y análisis, y exalta figuras ejemplares como la Virgen María.
Las encíclicas del Papa Francisco
Publicada en julio de 2013, cuatro meses después de la elección del Papa Francisco, Lumen fidei, una encíclica sobre la fe, fue escrita en gran parte por su predecesor, el Papa Benedicto XVI. Se trataba, por tanto, de un caso insólito de texto escrito por dos papas.
Tres años después, el pontífice argentino escribió una encíclica sobre ecología integral, Laudato Si’. Siguiendo los pasos de Juan XXIII, que dirigió Pacem in Terris a los fieles y a las personas de buena voluntad, el Papa Francisco lanzó una «invitación urgente» a salvaguardar nuestra casa común «a toda persona que vive en este planeta».
El hecho de que dedique una encíclica a la ecología a pocos meses de la COP21 de París demuestra la importancia que el 266º sucesor de Pedro concede a este tema.
Lo mismo puede decirse de Fratelli Tutti, una encíclica publicada el 4 de octubre de 2020. Inspirada en particular en san Francisco de Asís, este documento invita a todas las personas de buena voluntad, cristianas o no, a cultivar una dimensión social del amor «que supere las barreras de la geografía y del espacio».
En esta encíclica, el Papa Francisco lanza una serie de llamamientos, como la prohibición universal de la pena de muerte, la acogida de los migrantes, el fin de la esclavitud y la abolición de las armas nucleares.