El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Sábado XXIX Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 7-16

Hermanos:

A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Por eso dice la Escritura:

«Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres».

El «subió» supone que había bajado a lo profundo de la tierra; y el que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos para llenar el universo.

Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al error; sino que, realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de sí mismo en el amor.

Palabra de Dios.


Salmo 121, 1-2. 3-4a. 4b-5

R. Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R.

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.


Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9

En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:

—«¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera».

Y les dijo esta parábola:

—«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

Dijo entonces al viñador:

«Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?».

Pero el viñador contestó:

«Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas».

Palabra del Señor.

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