Señor Jesús, que nos mandaste amarnos unos a otros como Tú nos has amado,
Enséñanos a amar sin medida.
Tú que bendices a los que te persiguen,
Danos un corazón misericordioso.
Tú que nos llamas a hacer el bien sin esperar recompensa,
Haznos generosos y desprendidos.
Tú que perdonaste desde la cruz,
Ayúdanos a perdonar de corazón.
Tú que nos enseñaste a ser compasivos como el Padre,
Conviértenos en testigos de Tu amor.
Tú que prometes recompensa a los que aman sin condiciones,
Haznos dignos de ser llamados hijos del Altísimo.
Tú que nos das la paz verdadera,
Danos la gracia de construir fraternidad.
Cordero de Dios, que nos envías a servir,
Danos un corazón dispuesto y generoso.
Amén.