La vida no termina hasta que el árbitro pita el final del partido, y de eso puede dar fe Josefina Bakhita, secuestrada y esclavizada desde niña.
Nació en una pequeña aldea de Sudán en el año 1869. En aquel tiempo, la esclavitud había sido abolida ya en las colonias occidentales de América, por lo que el tráfico de esclavos se trasladó hacia las zonas árabes del norte de África.
Así, cuando la niña tenía apenas 9 años, se topó cerca de su poblado con aquellos hombres que iban a cambiar su vida para siempre. Uno de ellos me agarró me dijo “¡Si lloras, te mueres! ¡Síguenos!”».
Fue vendida cinco veces en los mercados esclavistas del país. Sus amos la maltrataban y la sometieron a toda clase de abusos… Hoy ella es Santa.
Decía san Juan Pablo II en la Encíclica Redemptor Hominis que la vida de un hombre “está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente”.
Según Beatriz Londoño, educar el corazón significa precisamente enseñar a amar: “Es educar a la persona desde su centro más íntimo, pues las personas están hechas por amor y para amar, y el corazón es donde está la verdad, es de donde brotan las decisiones, es la sede del amor”. Y la familia es el lugar donde estamos llamados a conocer el significado de la palabra “amor”. Es tarea de los padres educar a los hijos en la cultura del amor.
Cada 29 de enero recordamos al Beato Bronislao (Bronislaw) Markiewicz, sacerdote polaco, fundador de la Congregación de San Miguel Arcángel (Congregatio Sancti Michaëlis Archangeli), vinculada a la familia salesiana, la Pía Sociedad de San Francisco de Sales. La espiritualidad de la Congregación se resume en dos hermosos lemas: “¡Quién como Dios!” -el grito de San
Redactado por: Aleteia San Juan Pablo II consideraba que el aborto y la anticoncepción proceden de la misma fuente y surgen a menudo de una visión similar de la «libertad» Cuando se habla de cuestiones provida, el aborto suele considerarse la ofensa más grave contra la dignidad de la persona humana. No cabe duda de
En el Oratorio, la fiesta de san Juan Bautista era una ocasión muy propicia para que todos los muchachos expresaran sus sentimientos de gratitud hacia Don Bosco, que celebraba en ese día su onomástico. Durante los primeros años se celebraba de una manera muy sencilla. En los años 1847 y 1848, los alumnos internos se
Este año se ha declarado el Año Jubilar de la Esperanza, por lo que es una buena oportunidad para aplicar esta virtud en el ámbito de la institución familiar. Tener esperanza en la familia significa creer con firmeza que, a pesar de sus imperfecciones, es el bien más grande que podemos encontrar: ese rincón del mundo donde somos queridos por quienes realmente somos.
Esperanza en que los matrimonios puedan resistir los embates de la vida, acompañándose mutuamente en cada tramo del camino con amor, paciencia y comprensión.
Esperanza en que cada nueva vida que Dios nos concede sea recibida como un gran regalo, una muestra de Su infinita confianza en nosotros.
Esperanza en que las enfermedades que puedan surgir en algún miembro de la familia nos ayuden a crecer.
¿Cómo afectó al desarrollo psicológico de Juan la pérdida de su padre durante la niñez? La ausencia de un padre en la infancia y adolescencia se considera un serio obstáculo en el desarrollo psicológico de un niño. En el caso de Juan, esta pérdida se vio agravada por la difícil situación en la que quedó su familia, liderada por Margarita.
La madre tuvo que dedicarse a largas jornadas de trabajo en el campo, lejos de casa, para asegurar el sustento de una familia que incluía, además, a su suegra enferma. Durante dos años, enfrentó la sequía y la hambruna, y luego siguieron días marcados por la pobreza y múltiples dificultades, sin mencionar otros problemas y presiones. Mientras tanto, la abuela Margarita Zucca se encargaba de vigilar a los niños.
Se esperan hasta 35 millones de visitantes en Roma en 2025. Muchos de ellos serán peregrinos que asistirán al próximo Jubileo, un Año Santo que la Iglesia celebra cada cuarto de siglo. A continuación, algunas maneras de celebrarlo:
1. Participar en el sacramento de la Reconciliación.
2. Leer el documento jubilar.
3. Hacer una peregrinación.
4. Visitar tu catedral.
5. Rezar la oración del Jubileo.
6. Realizar obras de misericordia.
7. Revisar los recursos disponibles.
8. Practicar la esperanza.
En Spes Non Confundit, el Papa Francisco subraya que la esperanza ofrecida por el Jubileo está dirigida a la Iglesia universal. “En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana”, escribió.
Los Reyes Magos La historia que nos contaban desde cuando éramos niños sigue siendo tan actual como tan bello, es la historia de los Reyes Magos. Con el paso de los años los Reyes Magos formaron a ser parte de nuestras historias, de nuestros barrios y ciudades. La celebración de la Epifanía del Señor Jesucristo
Elizaveta es una joven de 22 años que se acaba de bautizar en Brovarí, una ciudad de cien mil habitantes en el centro norte de Ucrania, tan tan lejos de la frontera este como de la oeste. La geografía es importante: el oeste de Ucrania es más rural y mucho más religioso, y cuenta con una importante minoría católica.
"Mi hermano mayor fue bautizado cuando era niño, pero mis padres decidieron no bautizarme a mí, para que yo pudiera tomar esta decisión conscientemente por mi cuenta. Durante mucho tiempo, el tema no me inquietó” Entre mis nuevos amigos había gente de diferentes regiones de Ucrania", detalla. "Sentí que me faltaba algo: una conexión espiritual con Dios". paso de los años la sensación de estar incompleta empezó a crecer".