Uno de los santos más jóvenes de la historia es Domingo Savio, alumno de Don Bosco. La canonización de Domingo tuvo lugar bajo el signo de la Inmaculada Concepción.
El Papa Pío IX había declarado el dogma de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 1854 con la bula “IneffabilisDeus”. Un año y medio después, el 8 de junio de 1856, Domingo fundó, junto con otros amigos, la Compañía de la Inmaculada Concepción. Su vida se distinguió por su asiduidad a los sacramentos de la penitencia y la Eucaristía y por su devoción a la Inmaculada Concepción.
“En el centenario de la proclamación del dogma (1954-2024) de la Inmaculada Concepción de María, Domingo Savio se convierte en santo en el cielo de la Iglesia.