Redactado por: Diócesis de Veracruz
¿Por qué noviembre es el mes de la santidad?
Cada 01 de noviembre conmemoramos el día de todos los Santos, una fecha especial para toda nuestra Iglesia Católica donde se recuerda a aquellos que con su ejemplo de vida nos demostraron que llegar al cielo es un camino arduo, pero no imposible. Así mismo se nos recuerda que la vida cristiana es un peregrinar de la mano de Cristo, a la identificación con aquel que es dueño y Señor del tiempo, con el Dios tres veces Santo. Por esta razón se motiva durante este tiempo a la vivencia cristiana en santidad de los que aún peregrinamos en este mundo a ejemplo de todos ellos.
Pero te has preguntado ¿qué es la santidad?
La santidad no es algo del pasado o algo inalcanzable. La santidad es estar unido a Cristo, que es perfecto y santo, significa estar en amistad con Dios. Dios nos creó a imagen y semejanza y como tal, nos creó para estar en santidad y para ser santos. Podemos decir que ser santos es participar activamente en la santidad y pureza de Dios. Mateo 5, 48 nos dice: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. En otras palabras, es esforzarse constantemente, es actuar como él, es clavar nuestra mirada en él y no retirarla ni un instante.
El Catecismo de la Iglesia Católica también habla al respecto en el número 2013: “Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad”.
De modo que por medio de la santidad podemos disfrutar verdaderamente lo que es la vida ya que nuestra santidad proviene de la fuente inagotable que es Dios, el cual vive en nosotros. La razón principal por la que tenemos que esforzarnos constantemente a este hermoso regalo es porque solo los santos están en el cielo y contemplan cara a cara a Dios. Nadie puede ver o estar en la presencia de Dios si no está en santidad.
La santidad no está reservada para unos cuantos, es para todos sin distinción de raza o género, no consiste en realizar gestos heroicos, sino más bien cumplir con amor los pequeños deberes de nuestro día a día. La exhortación apostólica Gaudete et exsultate (“Sobre el llamado a la santidad en el mundo actual”) en el numero 14 nos recuerda que: Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra.
Finalmente, el camino para llegar a ser santos dependerá de nuestros dones, virtudes y habilidades que podamos emprender en favor del prójimo además de la vocación que hayamos elegido. Por eso:
¿Tienes algún santo favorito?: conócelo e imítalo. ¿Llevas el nombre de un santo?: vive tu vida cristiana como él la vivió.