Un Rey diferente
Hoy celebramos a Jesús como Rey del Universo, pero su reinado no se parece en nada a los reinos de este mundo. Los poderosos se rodean de ejércitos y riquezas, pero su gloria es efímera. Jesús nos dice: “Mi Reino no es de este mundo”. Él no busca dominar a la fuerza, sino únicamente conquistar corazones de todos los hombres. Su poder no está en las armas, sino en la verdad y el amor. Él es el Rey que sirve, ama y da su vida por nosotros. Tú, que eres cristiano, ¿reconoces el Reino de Dios en tu vida diaria?
¿Qué ha hecho Jesús por nosotros?
Cuando Pilato le preguntó a Jesús: “¿Qué has hecho?”, su respuesta fue clara: “He venido para ser testigo de la verdad”. ¿Qué hizo Jesús? Enseñó a amar de manera radical, sin egoísmo ni condiciones. Anunció un Reino donde Dios es el centro y el amor es la norma. Vivió para los demás, especialmente para los más necesitados y olvidados. Su vida nos invita a preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿Vivimos para amar y servir, o estamos atrapados en el egoísmo y el materialismo?
¿A quién eliges?
Jesús nos desafía hoy: ¿Qué buscas en tu vida? ¿Más poder, más cosas materiales, o ser más humano? Nuestro Rey es humilde, pobre, y su Reino está abierto a quienes hacen el bien. No necesita ejércitos ni bombas; Él reina con amor. Decide hoy: ¿Sigues el camino del poder terrenal o eliges a Jesús, el Rey de la verdad y del amor? Su Reino nos invita a vivir con propósito, a servir y a amar con pasión.
“El Señor nos llama a ser testigos de su Reino construyendo un mundo donde reine la paz, la justicia y el amor”, refirió el Papa Francisco.