¡Señor, concédeme la gracia
de imitarte siempre,
como hijo amado de Dios!
Dame el don de caminar en el amor,
siguiendo tu ejemplo,
y de entregarme generosamente al prójimo.
Concédeme la gracia
de transmitirte a través de mis acciones,
de mi amor y sacrificio,
alejando de mi corazón
los actos de necedad
y las palabras deshonestas,
para que mi vida honre
tu nombre y refleje tu luz.
Hazme consciente
de la necesidad de imitarte siempre,
procurando ser un modelo para los demás,
insertado en Ti.
Que no me acostumbre
a verte crucificado, Señor,
y hazme un instrumento de tu amor,
al servicio de mi prójimo.
Amén.
(Oración Papa Francisco en Amoris Laetitia 335)