Señor,
en este primer domingo de Adviento,
nos unimos como familia en la fe,
recordando que Tú eres
la Luz que disipa toda oscuridad.
Guíanos, Señor,
a preparar nuestro corazón para tu venida,
y ayúdanos a vivir
con alegría este tiempo de espera.
Señor.
Queremos caminar contigo, Señor,
como familia que busca tu paz.
Haz que nuestras palabras
y acciones reflejen
la luz que encendemos hoy.
Señor, nos preparamos
para recibirte con humildad y amor.
Cada semana,
al encender una nueva vela,
aumentaremos nuestra luz interior.
Danos un espíritu dispuesto
para escuchar tu Palabra
y para compartir
tu esperanza con quienes nos rodean.
Amén.