El Jubileo es un año de gracia que se celebra con diversas iniciativas y tiene como principal objetivo que los creyentes obtengan la indulgencia plenaria. «Perdonar no cambia el pasado ni puede modificar lo que ya sucedió; sin embargo, el perdón permite transformar el futuro y vivirlo de manera diferente, sin rencor, sin ira ni deseos de venganza», escribió el Papa en su bula.
«Un futuro iluminado por el perdón permite releer el pasado con otros ojos, con mayor serenidad, aunque todavía esté marcado por las lágrimas.»
«Ponerse en camino es un gesto característico de quienes buscan el sentido de la vida», afirmó también el Santo Padre.
Durante el Gran Jubileo del año 2000, más de 32 millones de personas visitaron la Ciudad Eterna, Roma.