«Nos amó», la encíclica del Papa sobre el Sagrado Corazón de Jesús
La cuarta Encíclica del Papa Francisco, titulada «Dilexit nos», se adentra en la reflexión sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo. El Papa invita a una renovación de la devoción auténtica hacia el Sagrado Corazón, resaltando su papel como fuente de ternura, alegría y fervor en la misión cristiana. La encíclica destaca que el amor de Cristo nos llama a reconocer la dignidad de los demás y a comprometernos con el bienestar de nuestra comunidad, aspectos que son cada vez más necesarios en un mundo que enfrenta múltiples crisis.
En su introducción, el Papa recuerda la premisa de san Pablo: «Nos amó» (Rm 8,37), indicando que este amor nos hace invulnerables a la separación del amor divino. El Corazón de Jesús, al abrirse sin condiciones, se convierte en un símbolo de la relación personal que cada creyente puede cultivar con Dios. Francisco destaca que el cristianismo no debe caer en la trampa de una religiosidad vacía; en cambio, debe reencontrar la ternura de la fe y el compromiso hacia el servicio, reafirmando que es en el Corazón de Cristo donde hallamos la esencia del Evangelio.
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La encíclica está dividida en cinco capítulos, cada uno profundizando en diferentes aspectos del amor representado en el Corazón de Cristo. En el primer capítulo, se explora la importancia del «corazón» como núcleo de la identidad espiritual, en un tiempo donde el consumismo y el individualismo prevalecen. El Papa advierte sobre la tendencia a valorar más la razón y la libertad que el corazón, sugiriendo que la verdadera identidad espiritual se encuentra en la comunión y el amor hacia los demás. En este contexto, el Corazón se presenta como un vínculo esencial para superar la fragmentación social.
A lo largo de la encíclica, Francisco menciona el impacto de la devoción al Sagrado Corazón en la historia de la Iglesia, reconociendo a figuras como santa Margarita María Alacoque y san Ignacio de Loyola, quienes integraron esta espiritualidad en sus vidas y enseñanzas. El Papa concluye que la auténtica devoción debe culminar en el compromiso misionero y comunitario, haciendo hincapié en que el amor hacia los hermanos es la respuesta más genuina que podemos ofrecer al amor divino. Así, la encíclica «Dilexit nos» no solo es una invitación a la introspección espiritual, sino también un llamado a la acción social y pastoral, en un tiempo donde el mundo clama por un retorno al amor auténtico y a la compasión fraterna.