El padre Juan Gutiérrez relató cómo fue sanado milagrosamente de una rotura de ligamento cruzado anterior, un suceso que contribuyó a la canonización del beato Pier Giorgio Frassati.
Recientemente, el Papa Francisco reconoció oficialmente un segundo milagro atribuido a la intercesión de Frassati, anunciando que será canonizado el 3 de agosto de 2025. Este segundo milagro es precisamente la curación del padre Gutiérrez, quien compartió su experiencia de haber sanado de una lesión que normalmente requiere cirugía.
Durante una entrevista con Angelus News, el padre Gutiérrez contó que se lastimó jugando básquet en 2017, mientras estaba en el seminario. Sintió un sonido de “pop” y la sensación de haber chocado contra algo, lo que lo preocupó, aunque el dolor no era tan intenso como para acudir de inmediato al médico.
Pasaron algunos días hasta que, acompañando a otro seminarista al hospital, decidió ser atendido. Allí, una radiografía no mostró ninguna anomalía y le diagnosticaron un posible tirón muscular. Regresó al seminario usando muletas y tomando analgésicos. Siguiendo el consejo de un compañero quiropráctico, comenzó a realizar estiramientos para aliviar el supuesto tirón, pero esto le causaba un dolor muy fuerte, ya que un ligamento cruzado roto no debe estirarse.
Tras tres semanas de dolor constante, consiguió hacerse una resonancia magnética que confirmó la rotura del ligamento cruzado anterior y la necesidad de cirugía ortopédica. Al día siguiente, en la solemnidad de Todos los Santos, se encontraba rezando ante el Santísimo Sacramento en la capilla del seminario. Después de pasar la noche preocupado, sintió que debía rezar una novena, y un suave susurro en su interior le indicó al beato Pier Giorgio Frassati como intercesor.
El padre Gutiérrez aclaró que no pidió directamente la sanación, sino que oró diciendo: “Señor, por intercesión del beato Pier Giorgio Frassati, te pido que me ayudes con mi lesión”. Además, añadió una promesa: “Si pasa algo inusual, informaré a quien deba saberlo”.
Durante la novena, mientras rezaba en la capilla, sintió un calor suave que aumentaba en su tobillo, al punto que pensó que se estaba incendiando un enchufe cercano, pero al buscar no encontró nada. Al mirar su tobillo, le sorprendió la sensación, y rompió en llanto ante el sagrario diciendo: “No puede ser. No porque no tengas poder para curarme, sino porque sé que no tengo la fe suficiente para algo así”.
Antes de concluir la novena, dejó de usar muletas y comenzó a caminar sin problemas, incluso pasaba días sin acordarse de la lesión. Cuando fue a su cita con el traumatólogo, el médico no encontró rastros de la rotura evidenciada en la resonancia magnética, diciéndole: “El 31 de octubre tenías un desgarro en el tendón de Aquiles, pero ahora no encuentro nada”.
Aunque el padre Gutiérrez vivió este milagro, no solía hablar de ello. Fue solo al asistir a una clase sobre causas de canonización con monseñor Robert Sarno, un sacerdote estadounidense recién retirado del Dicasterio de las Causas de los Santos, que se atrevió a compartir su experiencia. A Sarno le interesó tanto el caso que contactó al Vaticano y se inició la investigación que consolidó la causa de canonización del beato Pier Giorgio Frassati.
Monseñor Sarno expresó a Angelus News que nunca imaginó que, mientras enseñaba ese curso en la arquidiócesis de Los Ángeles, surgiría un posible milagro para la canonización de Pier Giorgio.