Jueves XXVII Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 1-5
¡Insensatos gálatas!
¿Quién Los ha embrujado?
¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz!
Contéstenme a una sola pregunta: ¿recibieron el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe?
¿Tan estúpidos son?
¡Empezaron por el espíritu para terminar con la carne!
¡Tantas magníficas experiencias en vano!
Si es que han sido en vano.
Vamos a ver: Cuando Dios les concede el Espíritu y obra prodigios entre ustedes, ¿por qué lo hace?
¿Porque observan la ley, o porque responden a la fe?
Palabra de Dios.
Lucas 1. 69-70, 71-72. 73-75 (R.: cf. 68)
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Nos ha suscitado una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas. R.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza. R.
Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 5-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si alguno de ustedes tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle:
«Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle».
Y, desde dentro, el otro le responde:
«No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos».
Si el otro insiste llamando, yo les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así les digo a ustedes:
Pidan y se les dará, busquen y hallaran, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?
¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?».
Palabra del Señor.