El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Miércoles XXIV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-10.15-16

Supliqué, y se me concedió la prudencia, invoqué, y vino a mí el espíritu de Sabiduría. La pre ferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa porque todo el oro a su lado, no es más que un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Que me conceda Dios saber expresarme y pensar como corresponde a ese don, pues él es el mentor de la sabiduría y quien marca el camino a los sabios. Porque en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras y toda la prudencia y el talento.

Palabra de Dios.


Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 1,26-31

Hermanos: Fíjense en su asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas, todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha es- cogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él, ustedes son en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así -como dice la Escritura- «el que se gloría, que se gloríe en el Señor».

Palabra de Dios.


Salmo 130

R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas que superan mi capacidad. / R.

Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-34

En aquel tiempo, dijo Jesús: «No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le ha parecido bien darles el Reino. Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse talegas que no se echen a perder, y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón».

Palabra del Señor.

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