El pasado viernes 30 de mayo, en la Sala Sinodal del Palacio Arzobispal de Lima (Perú), se realizó la ceremonia de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización del Siervo de Dios Luigi Bolla. Este proceso se inició el 27 de septiembre de 2021 con el análisis de documentos, escritos y declaraciones de testigos.
El reencuentro entre quienes conocieron en vida al Padre Luis Bolla creó un clima fraterno y de familia, recordando a todos que la santidad es posible. Al ingresar a los pasillos del Palacio Arzobispal se pudieron apreciar imágenes del P. Bolla que reflejan su caminar con el pueblo Achuar, tanto de Ecuador como de Perú. Fueron 50 años dedicados a la evangelización de los pueblos Shuar y Achuar. El proceso ha sido largo y riguroso, con casi cuatro años de trabajo en la recopilación documental. Esta labor ha sido vital para presentar al P. Bolla ante la Iglesia como ejemplo de santidad.
La ceremonia fue presidida por el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima y primado del Perú. Lo acompañaron el procurador general de la Congregación Salesiana, P. Pierluigi Cameroni, SDB, y su colaborador el P. Gabriel Cruz, SDB, ambos llegados desde Roma para la ocasión. También estuvieron presentes miembros del consejo inspectorial, junto al inspector P. Juan Pablo Alcas. Acompañó también Mons. Jesús María Aristín Seco, obispo del Vicariato Apostólico de Yurimaguas, quien representó con gratitud y emoción a la Iglesia local. Participaron además el P. Agustinus Togo, delegado de los salesianos del Ecuador que ha trabajado por más de diez años con el pueblo Achuar, y el P. Rogger Valdivia, párroco en la zona Achuar.
Cardenal Castillo: «Luigi Bolla se sumergió en el pueblo para dar testimonio del Evangelio»
Por su parte, el arzobispo de Lima afirmó que el testimonio del Padre Bolla nos recuerda que la santidad brota de la misión y la cercanía al pueblo. Por eso, el recordado misionero salesiano tuvo los mismos gestos que Jesús:
Luigi Bolla se sumerge en el pueblo, se enfrenta a su vida, al testimonio del Evangelio, reconociendo que ya Jesús, ya el Señor está en ellos. Su vida fue testimonio de cómo un discípulo es capaz de acoger al Espíritu y transmitirlo, con esa diversidad, con ese trabajo consensual en los dos países: Ecuador y Perú.
Realizada la sesión conclusiva, ahorra corresponde enviar la documentación del proceso al Dicasterio para las Causas de los Santos, en Roma. Dicho Dicasterio, tras el examen correspondiente, y si así lo determina, propondrá al Santo Padre la consideración del Siervo de Dios Luigi Bolla como Venerable, a la espera de que Dios obre un milagro por su intercesión y pueda ser declarado Beato.