El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Sábado XXXIV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Apocalipsis 22, 1-7

El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del río, crecía un árbol de la vida; da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Allí no habrá ya nada maldito. En la ciudad estarán el trono de Dios y el del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá más noche, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Me dijo:
—«Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que pasar muy pronto. Mira que estoy para llegar. Dichoso quien hace caso del mensaje profético contenido en este libro».

Palabra de Dios.


Salmo 94, 1-2. 3-5. 6-7

R. Maranatha. Ven, Señor Jesús.

Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos. R.

Entren, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R.


Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Tengan cuidado: no se les embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se les eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

Estén siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y mantenerse en pie ante el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.

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