Redactado por: Arzobispado de Lima
«Caminando con Jesús, somos peregrinos de esperanza». Fue presentado el nuevo Plan Pastoral de la Arquidiócesis de Lima que guiará el camino de nuestra Iglesia en este año 2025. El documento recoge las principales actividades y acciones significativas que se desarrollarán en nuestras comisiones pastorales, decanatos y parroquias de Lima.
En tanto, el Cardenal Carlos Castillo anunció que, en el transcurso del año, se desarrollarán asambleas sinodales en cada comunidad parroquial, con miras a la Segunda Asamblea Arquidiocesana de Lima, en 2026.
Cientos de personas, entre agentes pastorales, miembros de los equipos de animación pastoral y consejos parroquiales, obispos, párrocos, religiosos, decanos, jóvenes y vicarios pastorales, se congregaron en el Coliseo del Colegio San Francisco de Borja para participar de la presentación del Plan Pastoral 2025: «Caminando con Jesús, somos peregrinos de esperanza».
Durante el mes de noviembre del año anterior, los responsables de las distintas comisiones pastorales y parroquiales de nuestra Arquidiócesis tuvieron días de asamblea para planificar la nueva edición del Plan Pastoral, que este año busca «profundizar y aplicar las conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad», en sintonía con el Año Jubilar «como experiencia de conversión permanente y renovación pastoral para que el anuncio del Evangelio de Jesucristo llegue a todos».
Según indica el documento, la aplicación del Plan Pastoral se ha estructurado en tres niveles de participación: Arquidiocesano (consejos y equipos de animación arquidiocesanos); Parroquial (consejos y equipos de animación parroquiales); y Estructuras de participación y comunicación.
Por ello, la importancia de acompañar la vivencia de este Plan Pastoral a través de las acciones significativas y la formación conjunta en todos los espacios de la vida parroquial, especialmente, en la pastoral comunitaria, familiar, sectorial y ministerial.
En una breve intervención, el Cardenal Carlos Castillo explicó que el desarrollo de un Plan Pastoral representa la suma del esfuerzo conjunto de toda la Iglesia en su diversidad. Sin embargo, no basta con ello, también es necesario un proceso de conversión muy hondo para tener una Iglesia serena, profunda y que sepa ver dónde están los problemas, diferenciar entre lo fundamental y lo accesorio.
Según indica el documento, la aplicación del Plan Pastoral se ha estructurado en tres niveles de participación: Arquidiocesano (consejos y equipos de animación arquidiocesanos); Parroquial (consejos y equipos de animación parroquiales); y Estructuras de participación y comunicación.
Por ello, la importancia de acompañar la vivencia de este Plan Pastoral a través de las acciones significativas y la formación conjunta en todos los espacios de la vida parroquial, especialmente, en la pastoral comunitaria, familiar, sectorial y ministerial.
En una breve intervención, el Cardenal Carlos Castillo explicó que el desarrollo de un Plan Pastoral representa la suma del esfuerzo conjunto de toda la Iglesia en su diversidad. Sin embargo, no basta con ello, también es necesario un proceso de conversión muy hondo para tener una Iglesia serena, profunda y que sepa ver dónde están los problemas, diferenciar entre lo fundamental y lo accesorio.
Este año, explicó el Padre Goicochea, el lema propuesto recoge el camino sinodal que venimos construyendo con Jesús, y que debe vivirse con esperanza, como peregrinos que anuncian y se convierten en la esperanza de un mundo en crisis marcado por la desunión. El lema es fruto de los aportes de todas las comunidades parroquiales y comisiones pastorales involucradas en la vida de la Iglesia de Lima.