El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Lunes XXX Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Solemnidad del Señor de los Milagros

Lectura del libro de los Números 21,4b-9

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo”. El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces, el pueblo acudió a Moisés, diciendo: “Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes”. Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte; los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba la serpiente de bronce y quedaba curado.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL Sal. 83

Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,
Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. R.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina un nido,
donde colocar sus polluelos, tus altares,
¡Señor de los ejércitos, rey y Dios míos! R.

Dichosos los que viven en tu casa
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar tu peregrinación. R.

Cuando atraviesan áridos valles,
las convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
las cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión. R.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
Y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria;
el Señor no niega sus bienes,
a los de conducta intachable. R.


Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses 2,5-12

Hermanos: tengan entre ustedes sentimientos propios de Cristo Jesús. Él a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso, Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Por tanto, queridos hermanos, ya que siempre me han obedecido, no sólo cuando yo estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia, trabajen por su salvación con temor y temblor.

Palabra de Dios.


Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,11-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de la tierra, ¿Cómo creerán cuando les hable del cielo? Porque nadie ha subido del cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que creen en él tenga vida eterna”. Tanto amó Dios al mundo que entregó su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna”.

Palabra del Señor.

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