Hoy queremos reflexionar sobre la figura de los ángeles custodios y su papel en la enseñanza de San Juan Bosco. La creencia en los ángeles custodios es una parte fundamental de nuestra fe católica, y Don Bosco, con su profunda espiritualidad y amor por los jóvenes, nos dejó enseñanzas valiosas sobre cómo estos seres celestiales nos protegen y guían en nuestra vida diaria.
Don Bosco, conocido por sus sueños proféticos y su profunda conexión con lo divino, enseñaba a sus jóvenes a confiar en la protección de sus ángeles custodios. En una de sus famosas reflexiones, Don Bosco explicaba que cada persona tiene un ángel guardián designado por Dios para protegernos y guiarnos a lo largo de nuestra vida. Estos ángeles no solo nos protegen del peligro físico, sino que también nos ayudan a mantenernos en el camino de la virtud y la santidad.
La devoción a los ángeles custodios es una invitación a vivir con una mayor conciencia de la presencia de lo divino en nuestra vida cotidiana. Nos recuerda que no estamos solos y que Dios, en su infinita bondad, ha dispuesto a estos mensajeros celestiales para acompañarnos en cada momento. Don Bosco animaba a sus jóvenes a invocar a sus ángeles custodios en momentos de dificultad, tentación y peligro, y a confiar en su guía y protección.
Uno de los consejos más valiosos de Don Bosco sobre los ángeles custodios es la importancia de la oración. Nos enseñó que a través de la oración, podemos fortalecer nuestra relación con nuestros ángeles custodios y estar más abiertos a su guía. Recomendaba a sus jóvenes rezar diariamente al ángel de la guarda, pidiendo su protección y ayuda en todas las circunstancias de la vida. Esta práctica de oración no solo fortalece nuestra fe, sino que también nos da paz y confianza en la protección divina.
La enseñanza de Don Bosco sobre los ángeles custodios también incluye una llamada a vivir con rectitud y pureza. Nos recuerda que nuestros ángeles custodios están siempre presentes, observando nuestras acciones y guiándonos hacia el bien. Esta conciencia de la presencia constante de nuestros ángeles nos motiva a vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios y a evitar el pecado. Es una invitación a llevar una vida santa, sabiendo que nuestros ángeles están allí para ayudarnos en nuestro camino hacia la santidad.
Además, Don Bosco enfatizaba la importancia de la gratitud hacia nuestros ángeles custodios. Nos animaba a agradecerles diariamente por su protección y guía, y a reconocer su papel en nuestra vida espiritual. Esta gratitud nos ayuda a cultivar una relación más profunda con lo divino y a vivir con una mayor conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida.
En nuestra parroquia, queremos fomentar esta devoción a los ángeles custodios, especialmente entre los jóvenes. Invitamos a todos a rezar al ángel de la guarda, a confiar en su protección y a vivir con la certeza de que no estamos solos en nuestro camino de fe. Que la enseñanza de Don Bosco sobre los ángeles custodios nos inspire a vivir con mayor devoción, pureza y gratitud, confiando siempre en la guía y protección de estos seres celestiales.