Queridos hermanos y hermanas, quiero comunicarles que, después de haber recibido el mensaje de la Santa Sede, sobre la partida a la Casa del Padre del Papa Francisco, compartiendo con ustedes esta triste noticia y agradeciendo a Dios por la enorme alegría que hemos recibido siempre de la presencia constante del Santo Padre, que hasta el último día de su vida trabajó por la Iglesia y por la humanidad.
Quiero manifestarles a todos el pesar que sentimos y la esperanza que aún nos queda de alguien que testimonió a Jesucristo y fue la transparencia de Él en su vida. Pedimos a todos sus oraciones por Francisco para que también, desde el Reino de Dios, nos siga dando la fuerza y el espíritu para testimoniarlo vivamente, especialmente, en medio de las necesidades de los más débiles y pobres, de los marginados y de los últimos de la sociedad en todo el mundo.
Agradecemos a Santo Padre toda su entrega generosa y pedimos que la Iglesia continúe el próximo futuro realizando todos los proyectos sinodales que Él logró intensificar, orientar y proponer para que pudiéramos tener una iglesia a la altura de la situación difícil del mundo. Hemos sido convocados los cardenales a partir del día de mañana a las primeras reuniones de reflexión, la primera congregación general de cardenales está convocada para las 9 de la mañana del día 22 de abril.
Los abrazo y unimos todas nuestras oraciones como peruanos para que el destino de la Iglesia siga siempre siendo un destino claro de confianza en el Señor y de entrega generosa a su Espíritu, para que anunciemos el Evangelio a todas las naciones con la misma alegría con que Francisco nos lo enseñó.
Que la alegría del Evangelio llegue a todos y que su inspiración siempre nos anime. Y les doy mi bendición, como la da también siempre Francisco y nos la dio Urbi Torbi el día de ayer como su último signo.
La bendición de Dios misericordioso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre todos nosotros, sobre todo el Perú y sobre el mundo. Y permanezca siempre guiado por el ejemplo de Francisco. Y permanezca siempre guiado por el ejemplo de Francisco.