El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Domingo XXXI Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Lectura del libro del Deuteronomio 6,2-6

En aquellos días, habló Moisés al pueblo diciendo: «Teme al Señor tu Dios, guardando todos los mandamientos, leyes y preceptos que te manda, a ti, a tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida, y así se prolongarán tus días. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: «Es una tierra que mana leche y miel». Escucha Israel: «El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria».

Palabra de Dios.


Salmo responsorial 17

YO TE AMO, SEÑOR, TÚ ERES MI FORTALEZA.

Yo te amo Señor, Tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y
quedo libre de mis enemigos. R.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R.


Lectura de la carta a los Hebreos 7,23-28

Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte le impedía perdurar. Jesús, en cambio, permanece para siempre, posee un sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de Él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor. Él es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. Él no necesita ofrecer sacrificios cada día, como aquellos sumos sacerdotes, que ofrecían primero por sus propios pecados, después por los del pueblo; y esto lo realizó una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.

Palabra de Dios.


Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 28b-34

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: «El primero es: ‘Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser’. El Segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay mandamiento mayor que éstos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que, amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor.

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