El Pan del Alma

"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."

2 Timoteo 3:16

El Pan del Alma

"Todo se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza."

Romanos 15:4

El Pan del Alma

"La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."

Hebreos 4:12

El Pan del Alma

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca."

Mateo 7:24

Domingo XXVI Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

Lectura del libro de los Números (11, 25-29)

En aquellos días, el Señor bajó en la nube y habló con Moisés; tomó parte del espíritu que había en él y se lo dio a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar enseguida. Habían quedado en el campamento dos hombres del grupo, llamados Eldad y Medad, habían sido escogidos entre los setenta, pero no habían acudido a la tienda. Sin embargo, el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento». Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: «Señor mío, Moisés, prohíbeselo». Moisés le respondió: «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!».

Palabra de Dios.


Salmo responsorial (18):

LOS MANDATOS DEL SEÑOR ALEGRAN EL CORAZÓN.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas?

Absuélveme de lo que se me oculta.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado.


Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 1-6)

Ustedes los ricos, lloren y laméntense ante las desgracias que se avecinan. Sus riquezas están podridas y sus vestidos están apolillados. Su oro y su plata están enmohecidos y ese moho será una prueba contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Han amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El salario que no les dieron a los obreros que han cosechado sus campos está clamando contra ustedes; y el clamor de los que cosecharon ha llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Ustedes han vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.

Palabra de Dios.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (9, 38-43. 45. 47-48)

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros». Jesús respondió: «No se lo impidan, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a nuestro favor. Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua, por ser ustedes de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».

Palabra del Señor.

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