«Semillas de Paz y Esperanza» es el lema elegido por el Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2025. Este tema adquiere un sentido aún más profundo al celebrarse en el décimo aniversario de la institución de dicha Jornada —inspirada por la encíclica Laudato si’— y coincidiendo con el Año Jubilar, bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”.
Por su parte, el Papa León XIV retoma una imagen frecuente en las enseñanzas de Jesús: la semilla. En particular, alude al grano de trigo que, al morir, da fruto (cf. Jn 12,24). Esta semilla se entrega plenamente a la tierra y, a través de ese gesto, surge la vida con fuerza, incluso en los lugares más inesperados. Tiene la capacidad asombrosa de abrir camino al futuro. Así, en Cristo, cada uno de nosotros está llamado a ser “semilla de paz y esperanza”.
El mensaje se enriquece con las palabras del profeta Isaías: “hasta que sea infundido en nosotros un espíritu desde lo alto”. Esta expresión acompaña el “Tiempo de la Creación”, una iniciativa ecuménica que se celebra del 1 de septiembre al 4 de octubre. Se hace un llamado a realizar acciones concretas que conviertan los espacios áridos en jardines fértiles, llenos de descanso y armonía.
El Papa subraya que la justicia ambiental —intuida ya por los antiguos profetas— no puede seguir siendo vista como una idea abstracta o una meta lejana. Es una necesidad urgente que abarca la justicia social, económica y antropológica, más allá de la mera protección ambiental.
Además, para los creyentes, esta responsabilidad tiene un sentido teológico. Para los cristianos, esa responsabilidad se encarna en Jesucristo, en quien todo fue creado y redimido. En un mundo donde los más vulnerables sufren primero y con más intensidad los efectos del cambio climático, la deforestación y la contaminación, cuidar la creación es un acto de fe y de humanidad.
Entre las muchas iniciativas que la Iglesia impulsa como semillas sembradas en este campo, se destaca el proyecto “Borgo Laudato si’”, legado del Papa Francisco en Castel Gandolfo. Este proyecto de formación en ecología integral busca mostrar que es posible vivir, trabajar y construir comunidad siguiendo los principios de Laudato si’.
Finalmente, el Papa León XIV invita a “cultivar y cuidar el jardín del mundo” (cf. Génesis 2,15). Esto implica asumir el compromiso de trabajar, proteger y conservar la tierra en una relación de respeto mutuo entre la humanidad y la naturaleza.